Quién soy

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Me llamo Alberto, soy Fisioterapeuta y tengo buena salud, aunque puede que 3 o 4 kilos de mas ( YA NO, desde que como sano, estoy en mi peso correcto). Hasta ahora no comía especialmente mal (soy un cocinillas estupendo), hacía algo de ejercicio de forma no demasiado constante y en general llevaba una vida relativamente sana. Sin embargo, a raiz de un caso de cáncer en la familia, hemos empezado a estudiar el tema de la alimentación y la falta de ejercicio como factores implicados en el cáncer y otras enfermedades. En este Blog, intentaré ir contando lo que vayamos aprendiendo, tanto de los libros y de mi práctica profesional, como de la experimentación en la cocina con todo tipo de productos sanos y ecológicos, nada de esos venenos que nos comíamos tan alegremente, jeje.

Tomate frito casero.

Yo suelo hacer una buena cantidad y lo congelo en tarros de cristal.
Si podemos encontrar los ingredientes de agricultura ecológica mejor, pero si no, yo prefiero las fruterías de barrio o el mercado, antes que los supermercados para comprar las verduras y la fruta.



Ingredientes:

  • 3 cebollas
  • 4-5 dientes de ajo
  • 1 pimiento rojo
  • 2 kilos de tomates (yo prefiero los de pera)
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • orégano

Elaboración:

  1. Pelar y trocear las cebollas y los ajos y poner en una cazuela con el aceite hasta que se pochen y cojan colorcito.
  2. Añadir el pimiento rojo troceado y dejar un par de minutos.
  3. Añadir los tomates limpios y troceados (yo prefiero ponerlos con piel, pero si se quieren pelados, se pueden escaldar en agua hirviendo 30 o 40 segundos y se pelan facilmente)
  4. Añadimos un pellizco de sal y cocinamos a fuego lento unos 30-40 minutos para que pierdan parte del agua y nos quede una salsa de tomate con buena consistencia. 5 minutos antes de retirarlo del fuego añadimos orégano al gusto (como media cucharadita de las de café).
  5. Aquí podemos triturarlo o dejarlo como esta, al gusto de cada uno.
  6. Al que le guste la salsa de tomate mas suave, se le pueden añadir un par de zanahorias en el sofrito, o una cucharadita de sirope de ágave al final de la cocción, para reducir la acidez natural del tomate.






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